Como técnica y arte, la tinta caligráfica, se viene usando desde más o menos el 400 a.C. y aunque su origen es aún controversia, no cabe duda que Egipto y China fueron líderes al utilizar esta técnica como modo de escritura. En China es una tradición heredada por descendencia, donde los escribas, maestros en este arte, intentaban fundir las palabras y los símbolos de una cultura ancestral que se basaba en mitos y leyendas, uniéndolos y transformándolos hasta llegar a lo que ahora conocemos como caracteres chinos que se ramifican dependiendo de la procedencia del que lo utiliza.
Utilizaremos la tinta con efectos de claroscuro, teniendo el boceto a carboncillo sobre el que se manchará, y aplicaremos por capas desde los tonos más claros a los más oscuros dando así volumen a las figuras y sin remarcar contornos. Aunque en este trabajo los objetivos no se llegaron a alcanzar, dentro de poco subiré el trabajo finalizado y revisado.
Como se puede ver, el carácter expresivo que posee al tener pinceladas muy personales y rápidas subyace sobre el hecho de no conseguir el volumen deseado y el claroscuro y luminosidad que se desea.
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