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Matías Grünewald, La Crucifixión |
se lleva utilizando en Europa desde el siglo XIII
y se empleó hasta el XV sobre tabla,
cuando dio paso al óleo. El temple se utilizó sobre
todo en retablos cristianos y su gran durabilidad
hace que aún se conserven éstos.
El vehículo natural que se utiliza es la yema de huevo; y el artificial, la goma arábiga o cola, ésta última puede ser de conejo, de pescado, de Colonia o de pergamino. También se puede usar como aglutinante la Caseína.
Como características, el temple a la goma se puede utilizar en cualquier soporte poroso como el papel o marfil, no se utiliza en grandes superficies, siendo el máximo el tamaño de un folio; tampoco se puede empastar al ser una técnica transparente y se utilizó sobre todo en miniaturas y para hacer iluminaciones en libros antiguos. Con el temple a la cola los colores deben utilizarse tibios y sirve para cualquier soporte, los colores se aclaran al secarse y se modifican con el barniz; aunque se trabaje en capas finas se pueden aplicar empastes.
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Madona Litta, Leonardo Da Vinci |
Los autores más destacados que utilizaron esta
técnica fueron entre otros Piero de la Francesca,Giotto o Leonardo Da Vinci; aunque también
se utilizó en todo el arte bizantino y románico.
Como características más destacadas, el temple al huevo no se puede empastar y el trabajo se hace mediante veladuras, siendo muy luminoso y de secado rápido; al tener como aglutinante la yema de huevo, si se utiliza demasiado o no se mezclan bien los pigmentos, la pintura se agrieta.
El soporte más idóneo es una tabla preparada con un aparejo de yeso mate, cola de conejo y blanco de zinc.


Así después de varias capas de veladuras de temple con pigmento intentaremos conseguir con todos esos colores el claroscuro.
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